El miércoles hice una clase de baile en IG. Fue muy divertido y fue mi primera experiencia con clases en línea en vivo en cuarentena.
Con clase o sin clase, se ha vuelto casi un ritual semanal tener que bailar, mi cuerpa necesita moverse para cargarse de energía y para liberar las malas vibras que se van acumulando. Está muy loco como ayuda. Y eso me ha hecho pensar mucho en la memoria del cuerpo. Así como las constelaciones se mueven hacia el pasado y el futuro, hacia atrás y adelante, creo que así las células tienen información que se nos olvida con la mente y que simultáneamente nos lleva al pasado, al presente y al futuro.
Estos días estoy aprendiendo a ponerle atención a esa información. A veces está muy divertido y a veces no tanto. Esto es como una pinche montaña rusa.
Pero bailar es muy bien.
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